Manuel Rivas
La chabola de Miguel no está dentro del vertedero, como la del viejo Guillermo. La vivienda de madera, chapa y cartón que albera a sus padres y a otros diez hermanos, se asienta en la ladera y este chaval, con la estampa pícara de una criatura de Dickens en apuros, explica cómo este monte apestado es una plataforma privilegiada para ver los fuegos de artificio en las fiestas grandes de la ciudad, en el verano, o las crestas de espuma que se abaten en los temporales de invierno al pie de la torre de Hércules.
Le gustaba dibujar casas, con tendales coloridos, árboles barrigudos y columpios, pero un día, hace de eso dos años, decidió no volver a la escuela. Por incompatibilidad con el cuerpo docente. Según Miguel, el proceso de penalización en el patio escolar no era todo lo justo que aconsejaba la ley del suburbio. “Ellos me insultaban, me llamaban gitano o moinante y yo les pegaba; entonces ellos se chivaban a la profesora y al final siempre pagaba yo”.
El peonaje infantil del vertedero se incrementa los fines de semana, pero a diario sólo trabajan Miguel y otros dos, José y Forto. Alguna vez asomó por este trasero de la ciudad una dotación de la Policía Municipal para hacer cumplir lo que mandan los papeles, pero los críos desheredados se camuflan como nadie en el paisaje residual. En una ocasión vino el alcalde para inspeccionar unas obras de ampliación del vertedero, Y Miguel siguió de lejos el ritual con el semblante precozmente endurecido, al modo de su actor preferido, Robert Mitchum.
Le gustan las películas de indios contra vaqueros o viceversa, que puede ver a medias en las tres televisiones encontradas al azar de la escombrera o de la calle, y sorprende con su preferencia musical, la banda de La muerte tenía un precio, una cinta descubierta entre basuras y que escucha en un aparato igualmente hallado en el vertedero.
A veces, el día depara pequeños milagros, como cuando encontró dieciocho billetes de mil y corríó brincando de alegría hacia la chabola, pero el salario de Miguel se mide sobe todo en botellas. Cada una, seis pesetas. ? Los mejores días son los de Navidad?.
Su padre, en otro tiempo marinero, cultiva un pequeño huerto con patatas, verduras, cebollas, ajos y flores, al pie del basurero. De cara al futuro, Miguel no tiene ninguna preferencia. Ni mar, ni labradío, ni máquinas. “Cuando pueda, me marcharé de aquí, eso es todo”, dice señalando el vertedero. Y emprende una carrera que levanta a su paso una nube de gaviotas. “iSon más de mil!”, grita en la lejanía.
b) Leia o texto abaixo e, a seguir, faça a sua versão para o espanhol.
Num tempo em que as campanhas eleitorais se mudam dos comícios para a televisão, das polêmicas doutrinárias para o confronto de imagens e da persuasão ideológica para as pesquisas de marketing, é coerente nos sentirmos convocados como consumidores ainda quando se nos interpela como cidadãos. Se a burocratização técnica das decisões e a uniformidade internacional imposta pelos neoliberais na economia reduzem o que está sujeito a debate na orientação das sociedades, pareceria que estas são planejadas desde instâncias globais inalcançáveis e que a única coisa acessível são os bens e as mensagens que chegam a nosso própria casa e que usamos “como achamos melhor”.
da globalização. 4 ed. Rio de Janeiro: Editora UFRJ, 1999.
Ops! Esta questão ainda não tem padrão de resposta.
Ops! Esta questão ainda não tem resolução em texto.
Ops! Esta questão ainda não tem resolução em vídeo.
Questões Relacionadas
“Em síntese, no terreno da observação objetiva não parece haver como delimitar, no mundo hispânico, “línguas espanholas” de um país, e menos ainda “da Europa (Espanha)” e “da América”. É oportuno, então, na tarefa do docente, relativizar algumas afirmações generalizantes frequentes em livros de ensino, do tipo “¡OJO!”, “¡CUIDADO!”, “En América no debes decir A, debes decir B”. Como a maioria desses livros está feita na Espanha e para o ensino a estrangeiros que estão estudando ou morando na própria Espanha, tais generalizações se justificam didaticamente e não têm maiores consequências. No entanto, utilizá-las no Brasil, país rodeado de nações hispano-falantes, é despreparar o estudante para…



